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"A partir de mitad de abril puede haber una recuperación": sigue la preocupación por la bajante del Paraná

18 de Marzo, del 2025 - Región

El río Paraná atraviesa su sexto año consecutivo con niveles preocupantes debido a la falta de lluvias en la cuenca alta. Especialistas advierten sobre las consecuencias en la navegación, el comercio y el ecosistema. Se espera una posible mejora a partir de abril.

 

El río Paraná enfrenta su sexto año consecutivo de bajante crítica, un fenómeno sin precedentes en la región. La falta de precipitaciones en la cuenca alta del Paraná, en Brasil, ha reducido drásticamente el caudal del río desde 2019, afectando la navegación comercial, el acceso al agua potable y la reproducción de especies acuáticas.


El ingeniero Hugo Rohrmann, especialista en hidrología, destacó que "el Paraná aún no ha recuperado la memoria" tras la gran bajante ocurrida entre 2020 y 2022. Aunque se registraron algunas crecidas en los últimos tres años, la falta de precipitaciones suficientes y el almacenamiento de agua en las represas de Brasil mantienen el caudal del río en niveles críticos. "Este lunes, el hidrómetro en el Puerto de Barranqueras marcaba 1,50 metros en bajante, lo que complica la navegación fluvial y el comercio en la región", agregó.


La situación impacta especialmente en el comercio de Paraguay, ya que "entre el 70% y el 80% de su actividad comercial se realiza a través del Paraná", explicó Rohrmann. Además, en la zona del riacho Barranqueras, la falta de dragado agrava la dificultad para la navegación. "En la gran bajante de hace dos o tres años, el 60% de las tomas de agua desde Santa Fe al norte tuvo problemas", recordó.


El ecosistema también sufre las consecuencias de este fenómeno. La reproducción de peces se ve afectada, ya que necesitan salir del cauce hacia los valles de inundación para alimentarse y reproducirse. "Brasil estima que en marzo las precipitaciones estarán por debajo de lo normal, aunque a partir de mediados de abril podría haber eventos en la cuenca del Iguazú o cercanos a Itaipú que podrían generar una recuperación", indicó el especialista.


Sin embargo, Rohrmann advirtió que "después de abril comienza la temporada seca, por lo que el panorama de los próximos meses dependerá de cómo se comporte el río en esta transición". En este contexto, enfatizó la importancia de lograr acuerdos entre los países que comparten la cuenca del Paraná para la gestión del agua. "Es imprescindible que las autoridades hídricas de los cinco países involucrados establezcan un protocolo mínimo para gestionar el caudal del río", concluyó.