Las precipitaciones del fin de semana no alcanzaron para revertir el déficit hídrico, agravando la situación del sector productivo. La cosecha de algodón presenta rindes bajos y la Cooperativa Carval sigue clausurada.
El sudoeste de la provincia de Chaco atraviesa una crisis hídrica severa. Las lluvias del fin de semana, esperadas con ansias por el sector productivo, fueron prácticamente inexistentes y no lograron aliviar la sequía que golpea a la región desde hace meses.
En algunas zonas, las precipitaciones apenas superaron un milímetro, lo que resulta insuficiente para recuperar los reservorios de agua y mejorar las condiciones de los cultivos. La situación afecta especialmente al algodón, cuya cosecha ya presenta rindes notablemente bajos. Mientras en un año normal se espera una producción mínima de 1.200 a 1.500 kilos por hectárea, en algunas áreas los rendimientos actuales no superan los 300 kilos. Ante estos números, muchos productores optan por no levantar la cosecha, ya que los costos de recolección superan los ingresos esperados.
Además de la crisis climática, el sector enfrenta otro obstáculo: la clausura de la Cooperativa Carval en Villa Ángela. La única desmotadora de algodón en la zona permanece cerrada por una medida judicial vinculada a cuestiones ambientales, lo que paraliza el proceso de procesamiento de la fibra y deja a más de 60 familias sin actividad. Mientras tanto, otra planta desmotadora cercana sigue operando con normalidad, lo que ha generado malestar entre los productores afectados.